La investigación de Sebastián Castillo, Mario Mercier y David Aguayo trató sobre cómo Karadima cumple su condena y se enmarcó en el curso "Periodismo de Investigación" de la profesora y periodista Andrea Insunza. / Por Jorge González, Redacción Digital
Andrea Insunza analizó las propuestas de los alumnos y se inclinó por “Karadima”. Desde ese minuto los estudiantes Mario Mercier, Sebastián Castillo y David Aguayo, todos de tercer año de Periodismo UDP, comenzaron a investigar cómo el religioso condenado por abusos sexuales cumplía su sentencia. Obviando que el sacerdote estaba recluido en un convento y que las personas a su cuidado tenían instrucciones de no hablar con la prensa, el trabajo escogido por la profesora les pareció perfecto a los jóvenes.
Rigurosidad. Una de las premisas del ramo Periodismo de Investigación escondía además la posibilidad – baja, pero latente – de publicar a fines de semestre. “Desde el principio se nos dijo que podría aparecer en un medio, pero que no pensáramos en eso. Y no lo pensábamos. De hecho sabíamos poco del tema y nuestra única preocupación era leer todo lo que había sobre el caso, incluido el libro Los secretos del imperio de Karadima, [La investigación definitiva sobre el escándalo que remeció a la iglesia chilena], de Juan Andrés Guzmán, Gustavo Villarrubia y Mónica González”.
Mercier y sus compañeros crearon una línea de tiempo donde incluyeron hitos, datos y fechas claves desde enero de 2011 (cuando se decretó la condena) hasta la actualidad. Fueron cerca de quince páginas que, a lo largo del proceso, revisarían de forma constante.
Tras estudiar y ordenar el grueso de información disponible, los estudiantes analizaron los entrevistados. ¿A quiénes contactar? ¿De qué “lado”? ¿Quién debía ser el primero? La respuesta se llamó Marcelo Gidi, sacerdote jesuita y experto en derecho canónico que facilitó la comprensión de la ley y la justicia eclesiástica.
El primer foco de entrevistas recayó en las víctimas, elemento básico de la investigación, pero insuficiente para conocer la realidad actual del sacerdote. De ahí la necesidad de conversar -o intentar conversar- con personas que tuviesen relación directa con Karadima. Dichas fuentes fueron su médico personal y su ex abogado, reporteo que desarrollaron simultáneamente al trabajo en terreno: “Uno [del grupo] se paraba afuera del convento y esperaba al que salía. Lo abordaba y le pedía información. Éramos claros en decirles que se trataba de una investigación, que no queríamos su nombre o cargo específico para publicarlo, sino sólo información para seguir trabajando y cruzar datos”, declara Mercier.
El producto del reporteo fue presentado a Andrea Insunza a mitad del semestre, quien junto con valorar los avances exigió nuevas fuentes de sacerdotes y del círculo de poder en torno al religioso. “Pensábamos que no iban a querer hablar, pero los aliados [de Karadima] nos dieron mucha más información y más valiosa que los primeros entrevistados”.
Tras la entrega final la profesora felicitó a los estudiantes y les preguntó si querían publicar en un medio. Eso les significó realizar un chequeo de las principales fuentes, a quienes llamaron para notificar de la publicación. “Entrevistamos a 27 o 28 personas y nadie nos puso problemas para publicar, ni siquiera el abogado de Karadima. Sí tuvimos que mostrarles a algunos la información que nos dieron y que nosotros utilizaríamos”.
El reconocimiento también llegó desde Ciper Chile, en específico de su directora, Mónica González, quien tras gestión de Insunza revisó y aprobó el reportaje. Luego de intercambiar correos con los estudiantes y editar personalmente el texto, Mónica González publicó con fecha 23 de julio – y “en portada”- la investigación de Sebastián Castillo, Mario Mercier y David Aguayo.
Si quieres leer el reportaje final publicado en Ciper Chile puedes hacerlo aquí.